Cuando era pequeño yo nunca tuve la necesidad imperiosa de pintar nada que no fuera el cuaderno de pintar. No me llamaban las paredes blancas e impolutas que podría ver. No.
Ahora me entra mucha rabia cuando veo a un niño hacerlo.
Quizá sea otro de esos traumas que no superaré con la ayuda mi Psiquiatra; pero tras ver a este diseñador pensé que a lo mejor era hora de disfrutar de la locura en la edad adulta.
Me gusta pitar, y la decoración y el diseño.
¿Me atreveré a hacerlo?
De momento voy a mirar cuanto valen los paneles de papel por si las moscas, No vaya a ser que me salga de la "linea". Jejeje....
Ver web del diseñador Mike Perry Aquí
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